Fundación: 1945. Anexión a la NHL: 1970.
Localización: Vancouver, British Columbia
Arena: GM Place (18.630 espectadores)
Mascota: Fin The Whale
Máximo anotador: Markus Näslund (756 puntos)
Máximo goleador: Markus Näslund (346 goles)
Máximo asistente: Trevor Linden (415 asistencias)
Aunque el hockey siempre ha sido religión en British Columbia, hasta 1970, Vancouver no obtuvo su franquicia en la NHL, a pesar de previos intentos. Se dice, que desde Toronto y Montreal, no querían una expansión hacia el oeste, y así, no dividir los ingresos de la CBC entre 3. Además, el dueño de los Leafs, boicoteo todo intento desde Vancouver, ciudad que odiaba desde un negocio que no le fue todo lo bien que esperaba. Con ello, Vancouver tuvo que esperar al 70 para unirse a la liga, llegando junto a los Buffalo Sabres.
El nombre viene por Johnny Canuck, héroe canadiense, que era como el primo tonto de las figuras estadounidenses (Uncle Sam) y británico (John Bull). Luego fue transformado en superhéroe, Captain Canuck, que luchaba contra los nazis, pero ésa es otra historia. La figura de Canuck está reflejada en la camisola y en un escudo retro.
Inexplicablemente, los Canucks fueron encuadrados en el Este, mientras que Philadelphia lo estaba en el Oeste, en sus primeras 4 temporadas, donde no rascaron playoffs. La recolocación de los equipos en la 74-75, les hizo estar en el Oeste, y lo celebraron con su primer título de división y su primera temporada en positivo. Sin embargo, cayeron en primera ronda ante Montréal.
Los Canucks eran un equipo que entraban regularmente en playoffs pero a los que les costaba ganar en los playoffs…vamos, como en la actualidad, esa tendencia no ha variado en absoluto.
Pero en el 82, sorprendieron a todos, cuando tras quedar séptimos en el Oeste, tuvieron unos maravillosos playoffs, donde se fueron cepillando consecutivamente a Calgary Flames, Los Angeles Kings y Chicago Blackhawks, para plantarse en sus primeras finales, a las que llegaron con un increíble record de 11-2. En la serie ante Chicago, el entrenador de la franquicia, Roger Neilson, como queja por lo que consideraba un pésimo arbitraje, puso una toalla en el stick, y lo agitaba, a modo de rendición. Fue el único partido que perderían ante los Blackhawks, pero de vuelta a casa, toda la gente hizo suyo el agitamiento de toalla, en lo que se llamo el “Towel Power”, que en la actualidad aún se sigue viendo en múltiples rinks.
En las finales, sin embargo, no pudieron con unos intocables Islanders, que se los cepillaron por la vía rápida, en las que serían las primeras finales “coast to coast”.
El líder de ese equipo era Stan Smyl, primer histórico de los canadienses, y al que todavía hoy, muchos consideran como el mejor jugador en haberse enfundado la elástica Canuck. En sus 12 años en la NHL, solo jugó con los de Vancouver, y su número 12 fue la primera retirada de la franquicia.
Sin embargo, durante el resto de los ochenta, la mediocridad fue la nota dominante en los de Vancouver, bajo el yugo y opresión de Oilers y Flames. Tan solo en 4 temporadas más llegaron a playoffs, con resultados decepcionantes.
En el 88, por lo menos, llegaba el siguiente gran jugador de la franquicia, Trevor Linden, nieto de holandeses, que tendría un impacto inmediato en la franquicia. Linden se hizo rápidamente con el mando de la franquicia, siendo nombrado capitán con 21 años. Sin embargo, la historia estuvo a punto de cambiar, ya que viendo que la franquicia no florecía, estuvo a punto de ser traspasado.
En los siguientes años, la franquicia fue añadiendo calidad, primero en la portería, con la llegada de Kirk McLean y posteriormente, sobre todo, con la llegada, no exenta de polémica del gran Pavel Bure, “the russian rocket”, uno de los mejores jugadores de los últimos 30 años, a quien sólo las lesiones le impidieron llegar a alcanzar su mejor nivel.
Así, en el 92 y 93, se hacen con el título divisional, sin embargo, Oilers y Kings, en segunda ronda, les paraban los pies. Bure, en el 92, fue nombrado como novato del año, por delante de un joven defensa que no llegaría a nada, un tal Nicklas Lidström.
Y en el 94, nuevamente como séptimos del Oeste, vuelven a plantarse en las finales, de manera mucho más agónica que en la primera ocasión. En primera ronda, la serie ante los Flames se torna totalmente agónica, con la serie llegando al séptimo partido, en Calgary. El partido llega a la prórroga, y en ella, Kirk McLean realiza una de las paradas más memorables de la historia del hockey. En el segundo tiempo extra, un gol de Bure, da el pase a segunda ronda a los Canucks.
En las siguientes rondas, superan a Dallas y Toronto en 5 partidos, para plantarse en sus segundas finales de la historia, y nuevamente contra un equipo de la gran manzana, los New York Rangers.
Los Canucks toman el MSG en la prórroga del primer partido, con un partidazo nuevamente de McLean, con 52 paradas. El defensa neoyorkino Brian Leetch lanza un stickazo al tubo, y en la acción posterior, Adams marcaba el gol de la victoria. Sin embargo, los Rangers ganarían los 3 partidos siguientes, dejando la eliminatoria vista para sentencia en el MSG, que se vistió de fiesta para el quinto. Pero el orgullo Canuck, liderados por Linden, les aguó la fiesta, y tras ganar el sexto en BC, todo se decidía en el séptimo. Los Rangers se ponen 2-0, pero un Linden en estado de gracia, y con una costilla rota, anotaba en inferioridad. Messier ponía el 3-1, pero nuevamente Linden ponía el 3-2. El final fue de infarto, LaFayette pudo empatar pero su disparo fue al tubo…esta vez la suerte fue esquiva y los Rangers se hicieron con la Stanley Cup.
En los siguientes años, la decepción vuelve a apoderarse de Vancouver, el equipo llega a playoffs, pero no son candidatos a nada, y Bure empieza su plaga de lesiones. En el capitulo positivo, llega al equipo Markus Naslund, en uno de los mayores tocomochos de la historia hockeística, a cambio de Alek Stojanov. Näslund prometía mucho, pero en Pittsburgh no consiguió adaptarse, y fue en Vancouver donde sacó todo su excelente arsenal y poderío ofensivo. Una máquina de anotar.
En el 97, el equipo queda fuera de playoffs, lo que provoca cambios: Llegan Mark Messier y el entrenador Mike Keenan, núcleo duro de la Stanley que ganaron los Rangers precisamente a los Canucks. Las relaciones de su estrella Trevor Linden con ellos, especialmente con Keenan, desde el primer momento fueron malas, lo que acaba con Linden traspasado a los Islanders, a cambio de Todd Bertuzzi, McCabe y una tercera ronda, el finlandés Jarkko Ruutu.
La cuesta abajo continua, y la 99 es la peor temporada de los Canucks. Bure, con las rodillas machacadas, es traspasado a Florida, pero la mala temporada hace que en el draft lleguen la base del equipo en los últimos años: los gemelos Henrik y Daniel Sedin.
Un año después, llega desde New Jersey Morrison, quien con Bertuzzi y Naslund a pleno rendimiento, forman una línea ofensiva espectacular, “the West Coast Express Line”, y empiezan a remontar el vuelo, volviendo a pisar playoffs, pero sin pasar de primera ronda. Messier abandona Vancouver tras su desastre y vuelve en el 2002 el hijo pródigo, Trevor Linden, pero en playoffs, Detroit es mucho para ellos.
En el 2003, las expectativas son muy altas, Naslund se va a 104 puntos y Bertuzzi a 97. Con Linden, Morrison y los gemelos Sedin, los canadienses apuntan muy alto, pero tras ganar a los Blues, sorprendentemente, Minnesota los eliminó en segunda ronda.
Las expectativas seguían altas, al año siguiente, hasta la cruzada de cables de Todd Bertuzzi: En un partido ante sus odiados Avalanche, el defensa Steve Moore, que no llegaría a nada, le hace una carga a Naslund brutal, que no fue sancionada. El sueco se perdió 3 partidos por dicha carga y se montó un buen sidral. En el siguiente partido entre ambos equipos, fueron directamente a por Steve Moore, siendo Bertuzzi quién le agrede por la espalda y que acaba con Moore saliendo en camilla con 3 vertebras rotas. Bertuzzi es sancionado por el resto de la temporada y playoffs.
Tras la temporada del cierre patronal, llega uno de los mejores porteros de la competición, Roberto Luongo, a día de hoy el único goalie que es Captain de su equipo, aunque no pueda llevar la C y ejercer como tal en el hielo. Los Canucks, tras quedarse fuera de playoffs, en el 2007 hacen su mejor temporada de la historia, con 49 victorias, pero los fríos y en ocasiones apáticos Canucks, son parados en segunda ronda de playoffs por los duros y agresivos Ducks, a la postre campeones. En 2008, dos históricos de la franquicia abandonan la ciudad, Linden retirado y Naslund en dirección Rangers, y los Canucks, inexplicablemente, fuera de playoffs.
La temporada pasada, para suplir a Naslund, llega Mats Sundin, el único jugador sueco que ha superado los 1000 puntos, pero en playoffs….volvemos a lo de siempre, esta vez Chicago es quién les elimina en segunda ronda.
Ese es el sino de los Canucks, siempre parece que tienen más para ofrecer, muchos jugadores de calidad en todas las líneas, pero falta algo de agresividad y liderazgo en la pista. Para la nueva temporada, Sundin vuelve a Toronto, y de momento han conseguido renovar a los gemelos Sedin. Veremos de que son capaces. Talento hay, y mucho.
Juanjo
lunes, 31 de agosto de 2009
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