jueves, 6 de agosto de 2009

BOSTON BRUINS


Fundación: 1924
Localización: Boston, Massachusetts, USA
Northeastern Division, Eastern Conference
Arena: TD Banknorth Garden (17.565)
Mascota: Blades The Bear
Máximo anotador: Ray Bourque (1.596 puntos)
Máximo goleador: Johnny Bucyk (545 goles)

Desde el 1 de noviembre de 1924 los Boston Bruins son el epicentro del hockey hielo en New England.
Entre el público de la final por la Stanley Cup del 1924 entre el campeón de la NHL, los Montreal Canadiens y el campeón de la WCHL, los Calgary Tigers, estaba sentado el dueño de una de las cadenas más importantes de supermercados de Estados Unidos, Charles Francis Adams.
Instantáneamente Adams se enamoró del deporte y empezó a hacer gestiones para que la NHL se expandiera a USA.
Se rumorea que Adams “sobornó” a los dueños de los equipos de la NHL con 15.000$ para que finalmente le dieran el aprobado y que los Boston Bruins se convirtieran en el primer equipo de la NHL en USA. Ese año también entraron los ya no existentes Montreal Maroons.
Lo primero que hizo Adams fue nombrar General Manager a Art Ross, ex-jugador estrella y manager muy innovador. Ross se convertiría en la cara de los Bruins durante 30 años, haciendo incluso de head coach en cuatro periplos diferentes.
Ya había presidente y manager...ahora faltaba todo lo demás. El primer encargo que obtuvo Ross fue encontrar un nombre para el equipo. Adams quería algún animal que reflejara fuerza, velocidad y agilidad, así que a Ross se le ocurrió nombrar el equipo como los osos pardos en las viejas historias tradicionales: Bruins. Los colores del equipo serian el marrón y el amarillo.

Los primeros años no fueron muy buenos deportivamente y una de las pocas alegrías fue la llegada del legendario defensa Eddie Shore en 1926.
Los Bruins jugaron sus tres primeras temporadas en el Boston Arena, antes de mudarse al histórico Boston Garden. Fue allí donde llegaron los primeros éxitos y en 1929 llegó la primera Stanley Cup de la mano de Shore, “Tiny” Thompson, Dit Clapper y Harry Oliver. La siguiente temporada los Bruins lograron un récord, que aún es vigente, ganando el 87,5% de sus partidos, pero perdieron la Cup de Lord Stanley contra su bestia negra, los Montreal Canadiens.

Continuaron jugando bien y ganando mucho durante la regular season pero siempre se fallaba en los momentos más importantes y no fue hasta 1939, donde se cambiaron los colores del equipo a negro y oro, que los Bruins volvieron a levantar la Stanley, en parte al gran trabajo de Frank “Mr. Zero” Brimsek, un goalie rookie que ganó el Calder y el Vezina el año de su debut y la famosa “Kraut-Line” de Milt Schmidt, Bobby Bauer y Woody Dumart.
Con este bloque compacto se pudo repetir en el 1941, después de perder solo ocho partidos en toda la temporada. Lo que nadie se esperaba es que seria la última Cup de los Bruins en 29 años.

La segunda guerra mundial afecto de sobremanera a los Bruins que vieron partir a Schmidt, Bauer, Dumart y Brimsek hacia Europa para luchar contra los nazis y se pasaron unos cuantos años con más pena que gloria. Aún así se llego a una final de la Stanley, pero la década de los cuarenta no fue buena para los Bruins.

Los cincuenta también empezaron mal. Weston Adams (el hijo del fundador) tenia problemas economicos y tuvo que vender los Bruins a Walter A. Brown, propietario de los Boston Celtics y del Boston Garden. Los B’s solo tuvieron 4 temporadas buenas entre el 47 y el 67, eso si, llegando a tres finales de la Stanley...perdiendo las tres contra (ya os lo imagináis) los Canadiens de Montreal.
Aún así hubo algunas anécdotas interesantes, como que los Bruins fueron el primer equipo de la NHL en usar las famosas maquinas Zamboni para limpiar y pulir el hielo y el debut del primer jugador de hockey afroamericano, Willie O’Ree el 18 de enero de 1958. En 1957 también llegó a la organización, vía trade proveniente de los RedWings, Johnny “Chief” Bucyk. Los Bruins mandaron de vuelta a Detroit ni más ni menos que a Terry Sawchuk (uno de los mejores goalies de la historia) por el “Chief” y en esos momentos fue considerado uno de los peores trade de la historia de la franquicia por parte de los Bruins. Lo que nadie esperaba es que Bucyk se iba a convertir en el máximo goleador de los Bruins, permaneciendo en Boston durante 21 años.

En el 64 Weston Adams pudo recomprar los Bruins por el fallecimiento de Brown y se empezó la reestructuración del equipo. Milt Schmidt fue nombrado GM y Harry Sinden Head Coach. Poco después llego un chico rubio procedente de los Oshawa Generals que se llamaba Robert Gordon Orr que estaba llamado a ser el mejor defensa que éste deporte haya visto nunca.

Después de Orr pronto llegarian Phil Esposito, Ken Hodge y Fred Stanfield en un trade que en Chicago seguro que seguirán recordando. Junto con Gerry Cheevers, Wayne Cashman, Bucyk, Derek Sanderson y Dallas Smith los B’s volvieron a convertirse en el equipo a batir poco a poco.
Esposito fue el primer jugador en llegar y superar la marca de 100 puntos en una temporada con 126 puntos en el 68-69 y Bobby Orr se convertiria en la temporada 69-70 el único jugador en ganar el Norris, Hart, Art Ross y Conn Smythe Trophy en una temporada.
Precisamente fue en esa mágica temporada donde los B’s volvieron a conquistar la Stanley Cup otra vez y Bobby Orr entraba definitivamente en el olimpo del hockey. Ese momento, donde Bobby salta después de marcar el gol en sudden-death contra los St. Louis Blues, es probablemente una de las instantaneas más famosas del hockey.

Durante esos años se establecieron múltiples récords ofensivos, entre ellos el de colocar a siete Bruins entre el top 10 de máximos anotadores.
La gloria volvía dos temporadas después a Boston. Los B’s solo perdieron tres partidos en los playoffs y se alzaron con la Stanley, ganando a los NY Rangers. Bobby seguía batiendo récords y estableció el récord de asistencias y el de puntos en playoffs para un defensa con 19 y 24 respectivamente. También fue el primer jugador de la historia en ganar dos Conn Smythe Trophies.
Pero de Bobby Orr ya hablare con más detalle en un futuro no muy lejano, que él lo merece.

El resto de los setenta fue bastante excitante para los Bruins y sus fans, ya que se llegaron a tres finales más, aunque ya no se pudo volver a ganar la preciada Stanley, perdiendo una de ellas contra los “Broad Street Bullies” de Philadelphia (ya hablaremos de ellos) y el archirival, los Habs.

Llegaría gente como el Hall of Famer Brad Park, pero la carrera de Orr pronto se vería truncada al padecer una lesión en la rodilla que casi lo dejaba cojo. Durante la segunda parte de los setenta, ya con la familia Jacobs como propietarios y con el excéntrico Don Cherry como coach, a los Bruins se les conocía como “Lunch Pail A.C.” o “Big Bad Bruins” por el juego duro practicado por el equipo. Teniendo esta su máxima expresión en el Madison Square Garden de NY el 23 de diciembre de 1979, donde un fan le golpeo a Stan Jonathan con su stick, que anteriormente le había robado. Terry O’Reilly se subió a las gradas y se fué a por el fan, seguido de unos cuantos jugadores de los B’s y ya os podéis imaginar que se montó una buena.

Bajo la tutela de Terry O’Reilly como capitán y después como Head Coach llegaría un joven defensa proveniente de Quebec llamado Raymond Bourque.
Bourque sería el jugador más representativo de la franquicia durante 20 años y se convertiría en uno de los mejores defensas de la historia de la NHL. Fue el primer jugador “de campo” en ser honorado con el Calder Trophy al mejor rookie del año y elegido en el First Team All-Star. A lo largo de su carrera ganaría 5 Norris Trophies y acabó siendo el máximo anotador, máximo asistente y jugador que más partidos ha jugado de los B's.

Los Bruins se metieron en los playoffs durante toda la década de los ochenta, con gente como Brad Park, Ray Bourque, Rick Middleton o Pete Peeters pero los éxitos no pasaron de ahí.

No fue hasta el 86, donde Harry Sinden se sacó un trade de la manga, que sigue siendo de los que mejor les salió en Boston: los B’s mandaban a Barry Pederson a Vancouver por su primera ronda y un joven Cameron Neely.
Neely se convertiría en el arquetipo del Power Forward de la NHL, mezclando la dureza de un enforcer con la sangre fría de un sniper. Cam lidero los goleadores en siete de sus diez temporadas con los Bruins, anotando más de 50 goles en tres de ellas. También es uno de los pocos que lograron la mítica marca de “50 goals in 50 games”, anotando su gol nº 50 en 44 partidos (aunque la marca no es oficial por haberse perdido algún partido por lesión).

A finales de los ochenta, concretamente en el 88, y liderados por Bourque, Cam Neely, Keith Crowder y Bob Sweeney finalmente llegó la esperada final de la Stanley Cup, pero se encontraron con esos legendarios Edmonton Oilers donde Wayne Gretzky, Mark Messier, Esa Tikkanen, Jari Kurri y Glen Anderson, entre otros, no les dieron ninguna oportunidad y los Bruins sucumbieron por un claro 4-0. Realmente es un 4-0-1 porque el cuarto partido jugado en el Boston Garden se tuvo que suspender estando el marcador empatado a 3 por un corte de luz.

Los Bruins buscaron la revancha dos años después en la final del 90, pero volvieron a caer contra los Oilers, esta vez liderados por un grandísimo Mark Messier y los Bruins volvieron a caer, esta vez en 5 partidos.

Aún así, la gente seguía optimista por las victorias en playoffs ante su bestia negra, los Habs y el cambio de escenario del Boston Garden al nuevo y flamante TD Banknorth Garden en el 95.
Pero pronto se truncaban las esperanzas. Cam Neely se veía forzado a retirarse por la lesión en su rodilla, producida en un hit de Ulf Samuelsson y una temporada después, en el 97, llegaba algo a lo que los fans de los Bruins no estaban acostumbrados: no clasificarse para playoffs!!
Era la primera vez en 30 años que no iba a haber post-season hockey en Beantown, record de todas las ligas norteamericanas.

Pero todo lo malo tiene algo positivo y así los Bruins podian elegir los primeros en el draft y se hicieron con el prometedor center Joe Thornton. También llegarían Sergei Samsonov, Glen Murray, Nick Boynton, Jason Allison y Anson Carter, entre otros. Se iban alternando temporadas buenas y malas, pero el exito en playoffs seguía sín llegar.

Llegaba la temporada 04-05. Los Bruins llevaban una marcha irregular y al GM Mike O’Connell no se le ocurrió otra cosa que traspasar a su top center Joe Thornton a San Jose a cambio de Marco Sturm, Brad Stuart y Wayne Primeau en uno de los peores trades de la historia.
Mientras los Sharks ganaban los próximos siete partidos después del trade, los Bruins perdian diez de los próximos once. Joe acabaría como máximo anotador de la liga y se llevaba el Hart Trophy al final de la temporada mientras los Bruins se hundian en la clasificación.
Después de ese nefasto trade los Bruins despedian a O’Connell y apostaban por Peter Chiarelli como GM. Éste ficho a Dave Lewis como coach y se hicieron buenos fichajes como el defensa gigante Zdeno Chara o el center Marc Savard.

Aún así los exitos sobre el hielo no llegaban y Lewis fué reemplazado pronto por el ex coach de Habs y Devils, Claude Julien. Los Bruins optaron por apostar por gente joven procedente del draft y la cosa fue cambiando.

Después de una esperanzadora temporada 07-08 donde se metieron en playoffs gracias al buen trabajo de los jovenes y un goalie veterano salido de Flint, Michigan: Tim Thomas. Los Bruins se volvieron a meter en playoffs y forzaron a los Habs a siete partidos.

Los tiempos cambiaban a bien y gente como Patrice Bergeron, David Krejci, Phil Kessel, el recién adquirido Michael Ryder, Denis Wideman, Milan Lucic o Blake Wheeler, a parte de los ya mencionados Zdeno Chara, Tim Thomas y Marc Savard, llevaron a los Bruins a la cima de la conferencia Este en la temporada pasada con un juego espectacular y muy vistoso.
Pero una vez más, el éxito les fue esquivo en playoffs y un mejor planteamiento táctico de los Carolina Hurricanes, la mala suerte y las lesiones privaron a los B’s de llegar más allá de la segunda ronda de playoffs.
Aún así, la temporada fué muy buena y varios Bruins se llevaron premios al juego exhibido: Zdeno Chara se llevó el Norris, Tim Thomas el Vezina y el Jennings (compartido con Manny Fernandez), David Krejci el Plus/Minus y Claude Julien el Jack Adams al mejor coach. A parte de eso, Chara y Thomas fueron integrantes del First All-Star Team.

En esta off-season el equipo se ha reforzado con el que puede ser el puck-moving D-man que necesitaban, Derek Morris, a parte de Steve Begin. Se renovaron a los prometedores Byron Bitz y a Matt Hunwick. Falta ver lo que pasa con Phil Kessel, pero la vuelta de Marco Sturm podría suplir esa baja, si al final Phil no renueva.

Se respiran aires de optimismo en Boston por lo visto en las dos últimas temporadas. La plantilla actual es una buena mezcla entre jugadores veteranos y jovenes prometedores que intentarán traer la preciada Stanley Cup de vuelta a Beantown para dejar de ser los eternos segundones de una vez por todas.

LuisM Ledo aka ThaFlea

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