TAMPA BAY LIGHTING
Fundación: 1992
Localización: Tampa, Florida
Southeast Division, Eastern Conference.
Arena: St. Pete Times Forum (19,500)
Mascota: ThunderBug
Máximo anotador: Vincent Lecavalier (669 puntos)
Máximo goleador: Vincent Lecavalier (302 goles)
Cuando hace veinte años la NHL comprendió que su futuro pasaba por la difusión del hockey hielo en zonas de Estados Unidos sin tradición y por la creación de nuevos equipos, un estado económicamente tan importante como Florida era un área prioritaria en la que expandirse. Dos grupos empresariales pugnaron por establecer una franquicia en la zona de la bahía de Tampa, llevándose finalmente el gato al agua el grupo capitaneado por los hermanos Esposito, Phil y Tony, ex-jugadores ambos de la NHL y financiado por la empresa japonesa Kosukai Green, dedicada a la explotación de campos de golf.
Phil Esposito, decidido desde el primer día a apostar por una línea de hockey sólido y de contacto, optó por contratar como entrenador a Terry Crisp, ganador de una Stanley Cup con los Calgary Flames unos años antes. Aprovisionados de jugadores gracias al Draft de Expansión, donde tanto ellos como el otro nuevo equipo, Ottawa Senators, eligieron jugadores desprotegidos de entre los que cada uno de los equipos de la liga había previamente designado, los Lightning se hicieron con una primera remesa de 2 porteros, 7 defensas y 12 delanteros. Con la elección #1 del Draft de 1992 se hicieron con el defensa checoslovaco Roman Hamrlík. Durante la pretemporada, sin duda buscando algo de notoriedad, los Tampa Bay Lightning hicieron debutar en un amistoso ante St Louis Blues a la primera mujer que participó en un encuentro de la NHL, la portero canadiense Manon Rhéaume.
El día del debut en partido oficial, el 7 de Octubre de 1992, los Lightning dieron una gran sorpresa y se impusieron por 7-3 a los Chicago Blackhawks ante los 10.425 aficionados que llenaban el Expo Hall de Tampa. Chris Kontos fue el jugador que entró en la historia anotando el primer gol de la franquicia y otros 3 más en ese mismo partido, lo que todavía constituye un récord en la franquicia. El comienzo de temporada fue increíble para los Lightning, llegando a ser líderes de su división, pero tras ese primer mes de arranque espectacular, los resultados fueron los lógicos para un recién llegado, acabando colistas de su división con un récord de 23-54-7, mucho mejor, sin ir más lejos, que el que acreditó el otro equipo debutante, Ottawa Senators. El jugador más destacado en esa primera temporada fue Brian Bradley, que anotó 42 goles.
La temporada 1993-1994 trajo varios cambios importantes. Primero, el equipo pasó a jugar en la Atlantic Division de la Conferencia Este. Segundo, abandonan el Expo Hall para jugar en el Thunderdome, un Dome de beísbol con 30.000 localidades situado en la vecina localidad de St. Petersburg, el actual Tropicana Field donde juegan los Tampa Bay Rays de la MLB. También llegaron algunos jugadores importantes como el veterano Denis Savard y el portero Darren Puppa. Se produjo un ligero progreso deportivo, pero sin alcanzar el 50% de victorias. La siguiente temporada, jugada en formato reducido por culpa de un conflicto entre liga y jugadores, la progresión del equipo se detuvo y los resultados de los Bolts, apelativo con el que se empezó a conocer coloquialmente al equipo, fueron peores. A falta de hockey, contaban con una pareja de temidos “enforcers”, Rudy Poeschek y Enrico Ciccone, cuyas peleas con jugadores rivales se convirtieron en uno de los entretenimientos favoritos del público local. En su cuarta temporada, la 1995-96, de manera sorprendente Tampa Bay consiguió reconducir un mal inicio de temporada y entró en los Play-Off, donde disputó una serie ante Philadelphia Flyers que no se resolvió hasta el sexto encuentro. Tras esa exitosa temporada, el equipo abandona el Thunderdome y se traslada al actual St. Pete Times Forum, de nuevo en la propia ciudad de Tampa.
A partir de este momento, lo que parecía una línea de ascenso continuado empieza a torcerse en lo deportivo y, especialmente, en lo económico. En lo deportivo, las lesiones y el declive de jugadores como Puppa, Cullen y Bradley les dejaron bastante mermados. Pero los problemas más importantes, los que condujeron al equipo a siete años consecutivos sin disputar la post-temporada fueron los de índole económica. Con el equipo al borde de la bancarrota, se descubrieron conexiones de Kosukai Green y su propietario, Takashi Okubo, con la mafia japonesa, la “Yakuza”, que sugerían que el equipo de hockey era una tapadera para el blanqueo de dinero de esta organización criminal. Se da la extraña circunstancia de que el señor Okubo jamás había contactado personalmente con el manager Esposito, tampoco había visto jugar al equipo en ninguna ocasión y, más aún, ni siquiera había estado nunca en la ciudad de Tampa. La revista Forbes calificó al equipo de “pesadilla financiera”. Sin dinero, el nivel de la plantilla se fue degradando y el nivel deportivo bajó considerablemente, siendo inútiles los cambios de entrenadores.
Finalmente en 1998, el propietario nipón accedió a vender el equipo a un empresario de seguros sureño llamado Art Williams. Tras hacerse cargo del agujero económico que presentaba el equipo y despedir a los hermanos Esposito, Williams decidió que el entrenador Jacques Demers simultanearía los cargos de entrenador y manager general. Pero 1998 les traería a los Bolts otra buena noticia, con su elección #1 del Draft se hacían con el jugador que protagonizaría el punto de inflexión de la franquicia, Vincent Lecavalier.
No tardaría mucho el señor Williams de cansarse de su nuevo equipo. Incapaz de detener la espiral de pérdidas económicas, en la primavera de 1999 vendió la franquicia a William Davidson, propietario de un equipo de hockey de ligas menores, los Detroit Vipers, quien permaneció en Detroit y delegó la gestión del equipo en Tom Wilson. El entrenador John Tortorella se encargaría del equipo y se comenzó a progresar deportivamente de la mano de Vincent Lecavalier y de un jugador elegido en la tercera ronda de ese mismo Draft de 1998, un gran amigo de la infancia de Lecavalier, Brad Richards.
En la temporada 2002-2003 la apuesta por los jóvenes comenzó a dar frutos. Aparte de Lecavalier y Richards, la eclosión de jugadores como el pequeño anotador Martin St.Louis, la llegada en un acertado traspaso del portero ruso Khabibulin, junto a la veteranía de un clásico del hockey estadounidense como Dave Andreychuk, llevó a los Bolts a disputar los Playoffs y a superar en la primera ronda a Washington Capitals, para caer en semifinales de conferencia ante los Devils. Por fin los Lightning empezaban a inspirar respeto en la NHL.
La temporada 2003-2004 sería la de la consagración definitiva de la franquicia con la consecución de Stanley Cup. Tras una muy buena liga regular, donde consiguieron el segundo mejor record de su conferencia, el excelente rendimiento de Khabibulin durante las eliminatorias los catapultó hasta la final. En ella se enfrentarían a Calgary Flames en lo que fue una apasionante serie que se decidió en el séptimo partido, donde en un abarrotado St Pete Times Forum los Bolts se impusieron por 2-1, siendo Ruslan Fedotenko el autor de ambos goles. Brad Richards fue elegido mejor jugador de los Playoffs, siendo de destacar sus siete “game winning goals” durante las eliminatorias.
Podemos considerar que el lock-out le llegó a Tampa Bay en el peor momento, ya que el parón en la liga durante el año siguiente a su victoria no fue algo beneficioso precisamente. Además, de ese conflicto nació una nueva NHL, una NHL con tope salarial, con unas normas salariales más complejas y que limitaban el margen de maniobra de los equipos, justo cuando los Bolts debían renovar a sus estrellas. No tuvieron más remedio que elegir, pues no había dinero para todos, así que hicieron un gran esfuerzo por renovar a su trío de atacantes, Lecavalier, Richards y St. Louis, pero estos se comieron gran parte del dinero disponible y se tuvo que dejar marchar al portero Nikolai Khabibulin a Chicago.
A partir de este momento, la portería de Tampa pasó a convertirse, literalmente, en una pesadilla, pues ninguno de los jugadores que la han ocupado desde entonces ha hecho olvidar el rendimiento que dio “The Bulin Wall”. Las dos siguientes temporadas, el equipo entró en Play-Off’s y fue eliminado a las primeras de cambio. A partir de entonces, comienza la caída libre de la franquicia. Intentando cubrir las carencias en la portería o en otros puestos de la rotación, los Lightning traspasaron a alguno de los que fueron escuderos de sus estrellas durante el año de la Stanley, como Modin, Boyle, Prospal o el mismísimo Richards, en operaciones que acabaron resultando poco satisfactorias en cuanto a los retornos recibidos.
Las dos últimas temporadas el equipo se ha convertido en uno de los peores de la NHL, pero hay algunas razones para la esperanza, siguen manteniendo a estrellas de la liga como Lecavalier o St Louis, han añadido vía draft a jugadores con potencial de estrella como el center Steven Stamkos y el defensa sueco Victor Hedman. Pero la defensa sigue ofreciendo bastantes dudas y no queda más remedio que esperar que jóvenes como Carle o Meszaros den solidez a la “blue-line”. Tienen una afición bastante leal, quizás la más leal de todos los equipos sureños, que espera que a medio plazo su equipo vuelva a renacer y les convierta de nuevo en el equipo respetado y temido que fueron hace no muchos años.
Luis
domingo, 16 de agosto de 2009
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ese equipo con Richards, Saint Loius, Khabibulin y LeCavalier era de sueño
ResponderEliminaresperemos que vuelvan al nivel mostrado en el año que gano la Stanley aunque a mi Stamkos no es de mi agrado
Martin es el mejor, espero que Tampa le retire su 26 cuando se retire
Javier