MONTRÉAL CANADIENS

Fundacion: 1909
Localizacion: Montréal, Québec
Northeast Division, East Conference
Arena: Centre Bell (21,273)
Mascota: Youppi
Maximo anotador: Guy Lafleur (1,246 puntos)
Maximo goleador: Maurice Richard (544 goles)

Los Montréal Canadiens son el equipo con más tradición y más laureado de toda la NHL. La franquicia conmemoró la pasada temporada el Centenario de su fundación y las 24 Stanley Cups conseguidas durante esos 100 años, solo superadas en todo el deporte profesional norteamericano por los 26 títulos ganados por el equipo de béisbol de los New York Yankees, le convierten en el equipo más antiguo y con mejor palmarés del hockey sobre hielo actual.

Su carácter representativo del Canadá francófono ha sido la gran singularidad de los Montréal Canadiens. Como un rara avis dentro de los equipos profesionales norteamericanos, tradicionalmente alejados de esa identificación territorial y social propia de los clubes deportivos europeos, durante muchos años esta franquicia fue un símbolo para esa nación sin estado que son los franco-canadienses. Hoy día, pese a que ese carácter nacionalista de la franquicia se mantiene en bastantes aspectos, este se ha diluido y se representa del mismo modo a la comunidad anglófona de la ciudad y de la provincia de Québec, además de contar con una legión de apasionados seguidores en el resto de Canada.

Esta ligazón a la cultura francófona se puso de manifiesto desde el mismo día de su fundación. El 4 de Diciembre de 1909, un avispado hombre de negocios de Ottawa, John Ambrose O’Brien, decidió crear un equipo que representara a la comunidad francófona de Montreal y que estuviera integrado por jugadores francófonos, con el objeto de que se desarrollara una rivalidad natural con los Montréal Wanderers, equipo anglófono de la ciudad, de modo que la popularidad de la liga NHA se beneficiase de ello. Poco después, George Kennedy, propietario de un club deportivo local llamado “Le Club Athletique Canadien” (CAC) reclamó los derechos del nombre “Canadiens” a O’Brien, saldándose esta disputa con la adquisición del equipo de hockey por parte de Kennedy y su integración dentro de esa estructura multideportiva que era el CAC, que estaba especialmente volcada hacia el boxeo, de largo el deporte más popular a principios de siglo. La consecución por parte del equipo de hockey del CAC de la primera Stanley Cup en 1916, unido al incendio que destruyó el gimnasio de boxeo, forzó la desaparición del “Club Athletique Canadien” y la formación del “Club de Hockey Canadien”, ya exclusivamente como un equipo de hockey, de modo que los Canadiens cambiaron su logotipo e incorporaron una “C” roja y una “H” blanca en el medio. Esa “CH” ha acompañado al equipo hasta la actualidad. Los colores rojo, blanco y azul ya habían sido adoptados en 1913.

Durante años, la letra “H” del logotipo fue sido erróneamente identificada. En 1924, el propietario de los New York Rangers, Tex Richard, informó a un periodista de que la “H” de los Canadiens aludía al término “Habitants”, que era como históricamente se conocía a los agricultores francófonos de la provincia de Québec (“Les Habitants”). Esta idea equivocada caló en la gente y una versión acortada de este término, “Habs”, es como se ha conocido tradicionalmente a los Montréal Canadiens cuando alguien se refiere a ellos de manera coloquial, especialmente si lo hacen en inglés. Otros nombres con los que se conoce a la franquicia son, en francés, “Le Canadien”, “Le Bleu-Blanc-Rouge”, “Le Tricolore” o “Les Glorieux”.

En lo puramente deportivo, durante las dos primeras décadas de existencia de la franquicia, serían el portero Georges Vézina y el atacante Howie Morentz las primeras grandes estrellas de los Canadiens. Ambos murieron siendo todavía jugadores en activo, lo que ayudó a acrecentar su leyenda. Vézina, portero del equipo entre 1910 y 1925, fallecido por tuberculosis en 1926, tras sufrir tres meses antes una fuerte crisis tuberculosa durante la disputa de un partido, llevó al equipo a disputar cinco Finales de Stanley Cup, ganando dos de ellas. En su memoria la NHL instauró el “Vézina Trophy”, que premia al mejor portero de cada temporada. Respecto a Howie Morentz, tres fueron las Stanley Cups que consiguió este reputado goleador y tres veces las que fue nombrado MVP de la liga. Morentz, una de las primeras superestrellas de la liga, también murió en dolorosas circunstancias en 1937, tras complicarse una fractura cuádruple de pierna sufrida tras un choque con un defensa en un partido contra los Chicago Blackhawks disputado días antes. Su funeral paralizó la ciudad de Montréal y el número de su jersey, el 7, fue el primero de los dieciseis dorsales que los Montréal Canadiens tienen retirados.

Los tres jugadores más importantes de la historia de la franquicia, la Santísima Trinidad de superestrellas de los Montréal Canadiens, la forman Maurice “Rocket” Richard, Jean Béliveau y Guy Lafleur. Ellos abanderaron los periodos más exitosos de los Habs.

Tras la repentina muerte de Morentz y tras unos años de decepciones deportivas, los Canadiens resurgen gracias al gran héroe franco-canadiense de la época, Maurice “Rocket” Richard. Uno de los más grandes anotadores de la historia de este deporte, Rocket Richard fue el primer jugador capaz de anotar 50 goles en una temporada, haciéndolo además en 50 partidos y el primero en llegar a la cifra total de 500 goles en la NHL. Ocho Stanley Cups, incluyendo cinco consecutivas, fueron las que consiguió Maurice Richard con los Habs en sus dieciocho años en el club.

Junto a Richard, en los últimos años de este y posteriormente sustituyéndole en la capitanía, aparece Jean Beliveau, ganador de un total de diez Stanley Cups entre 1957 y 1971. Béliveau, uno de los patinadores más elegantes de la historia de este deporte, se retiró siendo el líder histórico en puntos y segundo máximo goleador de su equipo, amén del máximo anotador de la historia de los Play-Off de la NHL. Tras la retirada de Béliveau, un afortunado traspaso otorga la primera elección del Draft de 1971 a los Canadiens. Guy Lafleur, el jugador elegido, acabaría convirtiéndose en un nuevo mito de la franquicia, siendo actualmente el líder histórico en puntos de la misma. Con este right-winger al frente, Montréal ganaría otras 5 Stanley Cup en la década de los 70.

A partir de la década de los ochenta, las cosas cambiaron para Montréal. La progresiva expansión de la NHL con la constitución de nuevas franquicias y la retirada de sus jugadores legendarios, fueron debilitando a la franquicia del estado de Québec. No obstante, aún fue capaz de ganar una Stanley Cup en los años ochenta y otra en los noventa. En ambos casos, con Patrick Roy, posiblemente el mejor portero de la historia de este deporte, como gran estrella. Tras esa última Stanley Cup lograda en 1993, el desastroso traspaso, dos años después, de Patrick Roy a los Colorado Avalanche, marcó el definitivo declive deportivo de la franquicia montrealense. En los últimos años, los resultados deportivos del equipo son mejores, aunque nunca se ha estado cerca de reconquistar la Stanley Cup. Sigue contando con una afición fidelísima, con varios años consecutivos en que todos los partidos de la temporada son “sold-out” en el Centre Bell. Sin embargo, el establecimiento del tope salarial en la NHL, la dificultad para atraer agentes libres, debido a la fiscalidad de Québec, la más alta de entre los estados canadienses, también superior a la de USA y que obliga a sobrepagar de manera sistemática a los Habs, unida a la obligación de ver a sus hijos escolarizados en francés, disuade a muchos “free-agents” de firmar con Montréal. Tampoco ayuda la enorme presión mediática que hay en Montréal sobre el equipo, mayor a la de cualquier otro equipo de la NHL. La reciente compra de la franquicia por parte de la familia Molson, que ha pagado 633 millones de dólares por el 80% de las acciones que poseía el antiguo propietario George Gillet, abre nuevas expectativas para el equipo.

En busca de un cambio de dinámica tras una decepcionante temporada del Centenario, la gerencia de Montréal ha optado por no renovar a sus agentes libres y buscar en el mercado incorporaciones que puedan rejuvenecer el equipo y aumentar su nivel. En la defensa, liderados por el ruso Andrei Markov, se ha buscado formar un cuerpo de jugadores veteranos como Roman Hamrlik, Hal Gill o Jaroslav Spacek que arropen al joven portero canadiense Carey Price. En ataque, las bajas de dos históricos como Saku Koivu y Alex Kovalev han sido suplidas con la llegada de jugadores contrastados como Scott Gomez, Brian Gionta y Mike Cammalleri, de los que se espera mayor regularidad y anotación. El futuro de la franquicia se cimentará en torno a la evolución de Carey Price, la gran esperanza tricolor, del que se espera que pueda llegar a ser el portero-franquicia que, emulando a Patrick Roy, lleve de nuevo a los Montréal Canadiens a obtener esa 25ª Stanley Cup que durante tantos años están buscando. Y ese día, la ciudad de Montréal estallará de júbilo.

Luis